Ábreme el pecho y rebuska

Hojas de esperanza, relámpagos de amor, destellos de tristeza, gotas de felicidad, una única manera de olvidar. La suya.

Recorrer de nuevo lo caminado, bonita manera de sacar defectos, pero  poco original, yo de mientras te observaré regocijándote en tu perfección impuesta por ti, mientras me escupes y echas tierra encima. No te extraño, tampoco me estorbas, te anhelo, te deseo, te desprecio. Aprendí del mejor.
Yo seguiré caminando sin detenerme, esperando que te cruces, en frente; y dar media vuelta sin más.
Eso te gustaría. Así tendrás motivos de perseguirme, paso   tras   paso, lanzándome piedras, y a todo lo que me rodea: tierra encima, porque fue lo único que me acompañó cuando tú no volviste, Perfección...