Mírala tan impasible y fría como el hielo. Un témpano hecho piel.

No, mírala bien. Está rígida, si. Pero mira como le tiemblan las rodillas.

Al pasar el brazo por su espalda para consolarla pudo notar su espina dorsal doblarse.
Ese rígido cuerpo se rompió en pedazos dejándola en carne viva.
Casi se le rompe en sus brazos.

Ya sabe, mírela bien.

3 comentarios:

Clandestina dijo...

'Ese rígido cuerpo se rompió en pedazos y pedazos' me llego tanto esta parte.
es lo peor cuando nos rompemos en pezados.
un abrazo grande, nos leemos

elchicodelmetro dijo...

Ojalá nos mirasen tanto y tan bien como lo haces tú. Un abrazo.

Desidia dijo...

Algunos tienen suerte de tener quien les recojan los pedazos, otros no tanta...
Pues ojala, pero en este mundo solo miramos nuestro ombligo.
Muchas gracias por pasaría y comentar!